Como no vamos a compartir nunca nuestras vidas, nos limitamos sólo a compartir: 
Mi té, tu cortado
Mis zumbidos, tus silencios
Mi esparcimiento, tu retención
Mi sensibilidad, tu entereza
Mi transparencia, tu autocontrol
Mis divagaciones, tus sueños
Mis naufragios, tus proyectos
Mi imaginación, tu realismo
Mis exaltaciones, tu calma
Mis ansias, tu paciencia
Mi inconformismo, tu ambición
Mi tenacidad, tu convicción
Mi lujuria, tu indisponibilidad
Mis deseos, tus responsabilidades
Mis lamentos, tus consuelos
Mis vaivenes, tu tolerancia
Mi demagodia, tu laconismo
Mi temeridad, tu prudencia
Mi amor, tu manera de
Lo que te daría, lo que hubieras aceptado
Lo que te pediría, lo que no me puedes dar.
Sólo esto, y sexo.
Y ahora
Mi temeridad, tu prudencia
Mi amor, tu manera de
Lo que te daría, lo que hubieras aceptado
Lo que te pediría, lo que no me puedes dar.
Sólo esto, y sexo.
Y ahora
¿qué nos pasará cuando sólo podamos compartir sexo?
2 comentarios:
Esa flama que alguna vez ardió con tanta voracidad, por fin se habrá apagado.
No me digas eso.
Yo quiero que dure eternamente, aunque sólo podamos compartir la pocas cosas que aqui digo
:(
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