Así debéis hacer vosotros:

Manteneos locos,
pero comportaos como personas normales.
Corred el riesgo de ser diferentes,
pero aprended a hacerlo sin llamar la atención.

Así debieramos hacer todos...

24 mayo 2007

SOPHIA's XY

No se puede nunca evitar no recordar momentos de una vida, 30 momentos y de repente una marca, un surco en forma de XY que deja una huella imborrable. Y quien sabe si no es la imprenta que acaba determinando el rumbo de las esses de un devenir.
XYT Como parte de una vida. Compañero desde hace varios años, compartiendo un mismo techo. Amigo desde unos cuantos incontables con los dedos de ambas manos. Quererle, sí claro que sí, ¿pero dónde se escondió el amor enamorado que necesita un corazón envenenado para sentirse auténticamente vivo? ¿se disipó tristemente un día, hace tiempo, no se sabe como ni porqué?. Tal vez aunque cueste admitirlo, cada cual tiene una misión y se cumplió, ya le dio alas a Sophia. Nunca le hizo hecho crecer, de eso ya se encargó otro, de moldearla, de hacerle pensar la vida, pero desde una jaula, oculta, reprimida, desconocida para si misma. Pero él consiguió crear ese espacio, ese escenario en que despertar y liberar a ese pequeño monstruo. A merced de sus necesidades, agua calma desde la que partir a descubrir, encontrar, saborear y palpar las emociones, desde la que reinventar, recolorear, crear, reescribir la vida. Agua serena desde la que levar ancla para zambullirsme hacia el amor más extraño, la pasión más abrumadora, el deseo más incontrolado y una desdicha tan profunda. Y volver magullada a fondear y recuperar el aliento, a sabiendas que tarde o temprano no quiera evitar volver a zarpar en busca de ese sentir que me impregna de tanta emoción. Un sentir tan real como fraudulento.
A sus espaldas esparcir la esencia, esa sentida como nunca podida, como no se puede, como no se podrá compartir, porque la incapacidad de la frontalidad de entender. Y tal vez sea lo mejor.
Conversión en lecho en el que descansar, de amor pasivo pero incondicional. Lecho a veces incómodo en el que reposar.
Andar con los dedos entrelazados, dibujando la línea de un corazón que hay escrita en unas manos, y todavía lo seguirán haciendo. Pero, ¿hasta cuando?
¿Hasta que se quiera o que no se aguante más? Porque no hay que engañarse, siempre has sido tu Sophia, la que ha acabado moldeando las essses de tu propia vida.

Está por ver.

XYE entró en esa vida por inercia, por cotidianedad, por obligación. Tantas horas inevitables a su lado hacen crecer el cariño y la ternura inusual, pero apacible y llevable. El tiempo solidifica, como el hueso de un dedo injertado en una de las manos, sobre el que crece la piel, sin el que entender el contar hasta diez, porque desde entonces la vida cuenta hasta once.
Como un espejo, compañero fiel de una imagen cada día, amigo sin condiciones, vivir los días para cuidar el uno del otro, para amenizar las estancias en la rutina. Ese hermano mayor que un día decidió convertirse en un extraño volvió encarnado en él. Una mirada, una mueca, un gesto, un suspiro bastan. Tantos inviernos dejan huella, aunque poco cruel, huella tan dulce, desde la que poderse ver ese enorme corazón, noble y luchador como ninguno, que le impregna de tanta hermosura, envidiable para cualquiera. Perder su acostumbrada compañía cada día es el golpe más doloroso que se ha atestado en el centro de un corazón maltrecho de tantas emociones internas que se parece empeñada en vivir.
¿Cómo quieres que te diga que sin ti siento que me hundo Sophia? Y como quieres que te haga entender que tras esta sonrisa, esta ironía yo siento lo mismo. Me levanto, me alejo de ti, has conseguido que vuelva a querer llorar escondida en un rincón.
¿Será él ese hombre que le perseguirá a lo largo y ancho de la línea del corazón de esas manos?
En ese momento sentir por dentro el ser capaz de hacer todo lo posible por no perder su tan apreciado aliento.

Está por ver.

XYB se descubrió un día como un complemento a la espiritualidad. Nunca un gurú ni guía hasta que conocerle. Él le bautizó: Sophia. Él le definió: poema asonante a golpes por la vida, y recientemente poeta de almas. Gracias, gracias por verla de esa manera tan bella. Su sola presencia ha inundado las risas atronadoras cada día, la barbarie de los juegos de niños reideados para adultos. La complicidad de quienes sabiamente no han querido ni han sabido perder lo que les ha llevado a ser hombre o ser mujer.
Dos almas complementarias que se han buscado para carcajear, para volver a retozar, travesear y corretear entre las grises sombras de la madurez. Nunca reír de una manera tan salvaje como a su lado, y saber que nadie conseguirá hacer vibrar jamás de ese modo sus cuerdas vocales, su pecho, sus pulmones y su corazón. Nunca esa niña encerrada en un cuerpo de mujer ha disfrutado tanto como a su lado.
Y detrás de tanta incomprendida, por tantos, mutua livianedad se esconde una fuente de agua fresca, agua de conocimiento para quien sabe ver, de entender, de comprender, de saber ver la vida y la energía que se mueve cada día, que hace rotar a todos sobre un propio eje, rotar alrededor del eje de la vida, de este mundo difícil plagado de otras tantas vidas. Consejero de esa parte de unamisma que siempre se prefiere no escuchar.
¿Será él esa alma gemela que se entrelazará a lo largo del camino trazado por la línea del corazón de esas manos?
Sentir que se necesita mucho más de su sabio saber.

Está por ver.

XYD se disparó de repente, sin preaviso, a quemarropa como el deseo más omnipresente y omnipotente de todos los deseos que han estallado dentro de si, más mucho más que los que le persiguieron durante tanto tiempo en el pasado. Nunca tener tanta fe en una filosofía, la del amor, nunca antes haber escuchado de una manera tan clara los aullidos de unas vísceras.
Clamores sustentados de la nada que pregonan todo aquello que saben, sin fundamento alguno, pudiera llegar ser a su lado, pudiera crecer. ¿Por qué no creces tú sola Sophia? No necesitas a nadie para hacerlo. No, no lo necesito pero es la manera como siento esta vida, no eres capaz de entenderlo. No te culpo, ni yo misma logro hacerlo, soy amante de almas complejas. Y es que si esos círculos concéntricos sienten tantas certezas, que no puede hacer otra cosa más que creerles y escucharles. No admitir el poder estar tan equivocada. Lamentos, estallan lamentos, la desdicha de saber lo que nunca podrá ser. Pensar en él, soñarlo a él, imaginarle a él, dedicarle todos los pensamientos, todos los movimientos, todos los pasos que anduvieron esos pies. Los engranajes de todo un corazón laten por él. Y enojarse. Y extasíarse. Y agotarse. Y inspirarse.
La pasión, redirigir la pasión de Sophia, que siempre ha sido pura psiqué, y siempre lo será, que él sabe tocar hasta enloquecer, ¿o vuelvo a ser ella quien desea que lo haga? Sentir tanta lujuria desatada, tanta llama, tanto calor tanta temeridad, tanta irracionalidad. Pero a la vez una pasión trubada por el compás de un llanto gutural provocado por el dolor y la tortura que provoca un placer anhelado pero dosificado, lo intensifica. La indisponibilidad contra la insaciabilidad.
El amor, esa capacidad de amar sin límite, sin frontera que tiene cabida en unas cada vez más pequeñas cavidades. Comprender el sentido del sinsentido de estar dispuesta a darlo todo, lo que se es
, lo que no se es, lo poco que se tiene, lo mucho que se pierde, el asumir unos contextos, unas realidades y apremiantes sólo por una cosa, sólo por amor. Qué absurdo, pero que abrumador.
Siempre escoger los momentos en los que la voracidad es culminante para fallar, cuando de sobras sabe que Sophia es un artefacto de alto mantenimiento. Y volverla a descuidar cuando más lo necesita y herirla terriblemente. Pero no hundirla, porqué ahí está Sophia, ese muñeco de goma que ha sido capaz siempre de comprender las profundidades del ajeno. Y aprender de ello.

¿Será él aquel quien le perseguirá, esa alma gemela que se entrelazará a lo largo y ancho del camino de la línea del corazón de esas manos? Sentir de un corazón una no resignación, un negar el perder tanta inspiración. Aunque la inspiración tenga un precio.

Está por ver.

Y cuando los 30 momentos abandonan sin remedio para partir hacia los 31, abruma sin tregua la conciencia de que hay un lugar para cada cosa, y una cosa para ocupar cada lugar. ¿Determinismo?


Y cuando los 30 momentos ya se han esfumado, la intriga del conocimiento de que aún se traza la línea del corazón de unas manos. ¿Responsabilidad?


Y cuando los 30 momentos ya son historia, el asalto sin amnistía del peso de la ignorancia, al no saber cual es el lugar a ocupar en esta vida y cual el de esas essses que son y siempre serán, porque persistirán para que sigan siendo Xs e Yes de Sophia.

Felicidades Sophia en el día de tu 31 cumpleaños: dos cinco cero cinco

D+E+B+T= ¿cuando adquiriste esta deuda con tu corazón?

3 comentarios:

Avalon dijo...

Felicidades Sophiiiiii! Aunque tarde, te deseo éxito en lo que te propongas... Sé Feliz!

plato dijo...

Felices 31.
Debo admitir que así nomás no veo a nadie a quien le invada una profunda nostalgia como la tuya, tanto como para tener y mantener presente varias líneas del corazón en paralelo.

No es la edad pero tal vez ya sea momento de decidirse.

Anónimo dijo...

No te has dejado al J?? jejeje

;-P