Así debéis hacer vosotros:

Manteneos locos,
pero comportaos como personas normales.
Corred el riesgo de ser diferentes,
pero aprended a hacerlo sin llamar la atención.

Así debieramos hacer todos...

17 abril 2007

AMISTAD

Le dio a leer la carta. Esa carta había sido un regalo para ella. Un regalo muy apreciado. Eran hermosas palabras encadenadas, directas desde el tintero del corazón de otra de las almas que pueblan este desquiciante mundo, al papel. Y del papel a sus manos, y de sus manos a sus ojos, y de sus ojos a sus sentidos.
Cuando acabó de leerla sus miradas se encontraron.
-Te das cuenta- le dijo con una sonrisa dulce de su enorme boca- ¿te das cuenta de cuantísimos regalos has hecho tú?-
Por un momento creyó no comprender. Pero al instante, la complicidad, la caricia de la certeza de la comprensión mutua sin palabras. Todas esas palabras escritas de noche, de día. Para alguien, para nadie, para todos, para ninguno. Eran auténtico regalos, incondicionales. Directos desde su propio tintero al papel, del papel a algunas manos, de esas manos a unos ojos, y de esos ojos a los sentidos del ajeno. En definitiva, un regalo.
-Si, muchos- siempre esa emoción contenida, pero traidora que ahoga la voz- Pero tantos como yo he recibido. El escribirlas, el sentirlas y plasmarlas inmortales es el mayor regalo que he podido recibir. Tantos y tan grandes.-
Y es que no hay mayor regalo para quien crea que la dádiva de la inspiración a crear.
Gracias por creer que son osequios que apreciar.

A ti, que en su día creiste que esas horas compartidas juntas hacen que un día pase de ser un día normal a ser siempre un día especial.

1 comentario:

Anónimo dijo...

La confianza de un amigo para mostrar y decir es un tesoro.
Conservala